He pensado así, lo confieso, por eso no quería subir al London Eye. Mis razones eran; va muy despacio, es un tostón dar la vuelta a velocidad caracol, hay que hacer mucha cola, muy caro para una sola vuelta que se han creído... no debe ser para tanto.
Suerte que mi querida amiga Raquel y Francesc, pasaron de las tonterías que les dije, se compraron su tiket y les gustó tanto que me han regalado uno a mí.
Y… después de la experiencia... el viento es más fresco, el oxígeno más puro, el sol más brillante, el Big Ben más alto… I promis no tener más prejuicios!!!
Ay dios mior! menuda tonta. Como si yo no supiera que los prejuicios solo sirven para ponerte limitaciones, TU solita a TI misma, lo que pasa es que algunas veces los disfrazamos llamándoles gustos personales. Vaya una forma absurda de perderme cosas interesantes.
De ahora en adelante, si hay que hacerse la foto aguantando la torre de Pisa, ahí voy a estar yo y si hay que tocarle el pajarito al Manneken pis, yo la primera de la fila, no quiero perderme nada.
Cuento la experiencia London Eye como agradecimiento a mis amig@s.
No ha sido nada fácil llegar hasta la cabina del London Eye. Todas las leyes de Murphy, al completo, han estado a punto de cumplirse. La cosa empieza que copio mi recibo electrónico en un pen drive (eso te sirve para sacar el tiket, no es el tiket en si, palurda de mi creía que con eso me iban a abrir las puertas como si llegase Katy Holmes) y lo llevo a imprimir.
Primer chasco, la tienda está cerrada... bueno, busco otra. Cojo el bus, me paro a mitad de camino en un ciber café, enchufo mi pen drive y me dice que no lo puede abrir porque el documento está en una versión de office de prueba (que es verdad durante 60 días estoy probando windows 2010) me veo negra para abrirlo, lo abro, entre que todo está en inglés, etc, ect... empiezo a sudar tinta, por fin imprimo.
Cojo otro bus, llego a Victoria y desde ahí hago el resto del camino andando. Hace un sol radiante... a pocos minutos de llegar una nube gris de dimensiones descomunales tapa el sol. Jolines que mala suerte. Bueno igual el viento se la lleva. Empiezo a mirar la nuve y cada vez es más gris... que le vamos a hacer! en London ya se sabe!
Voy a la entrada de la atracción y un señor me indica que primero tienen que comprobar mi recibo, que vaya a taquilla, please.
Me pongo a leer los cuatro folios que he impreso y veo escrito bien clarito que llegar 45 minutos antes. Ostraaaans! Por qué no me ha dado por leerlo antes? vaya pardilla estoy echa. Miro la hora. El corazón me da un vuelco. Jopetas, falta media hora para subir. A ver si por 15 malditos minutos voy me voy a quedar sin mi experiencia London Eye.
Voy a información, me acerco a una chica le suelto los papeles casi en la cara y comento que acabo de leer lo de los 45 minutos. Me dice que tranquila que no pasa nada, mi pulso se relaja.
Entonces... me pide la tarjeta con la que he pagado por internet. Le digo que es un regalo de mi amiga, que no tengo la tarjeta. Se acerca a su compañera. La compañera viene hacia mí, sin siquiera decirme hola, me señala una frase en el papel, con la punta de su uña pintada de marrón. Miro con cara de lela y leo; que necesito la tarjeta o una autorización de la persona que ha pagado.
Por suerte, como no le interesa ni lo más mínimo mi problema se da media vuelta y se va. Es una bruja. Digo por suerte, porque la chica que me atiende es un encanto de persona, me mira con cara de entender lo mal que lo estoy pasando. Le pregunto, qué puedo hacer y me dice que puedo retrasarlo para otro día, pero que va a preguntar dentro a ver si hay otra solución.
Mi ángel de la guarda entra dentro y sale con la noticia "bomba" de que, el día que tenía que ir era el domingo 8 no el lunes 9. Me ha hundido en la miseria. Entonces digo, no puede ser, se me van a cumplir todas las leyes de Murphy en una mañana!??? menudo record!
Reviso bien el papel y descubro algo, noooooooo, creo que os habéis confundido. Uña marrón mira con cara de… lárgate perdedora.
Le digo a mi ángel de la guarda, -fíjate bien, la fecha del 8 es la de compra, pero la de usar el tiket es el 9!!! vale, pues entonces te lo podemos retrasar al lunes que viene, pagando 10 libras. Cuando estoy a punto de pagarlas… me dice como en secreto, no puedes llamar a tu amiga, le pides sus datos, los de la tarjeta y tú misma te haces la autorización? cómo? he escuchado bien? un ser humano asertivo me va a ayudar!!!
Uña marrón mira de reojo sospechando que tramamos algo en contra de las normas. Mi ángel de la guarda me dice que salga fuera (debe ser por el tema de que lo tienen todo lleno de cámaras) que cometa el delito y no hace falta que haga la cola de nuevo que vaya con ella saltándome la cola. Ay, que chica más maja!
Salgo fuera envío mensajitos a Raky, por suerte contesta al minuto 1, escribo la autorización de mi puño y letra, la firmo, me voy directa a mi ángel... un vigilante me corta el paso, ¿qué donde voy saltándome la cola? le explico que estoy autorizada y empieza a abrirme barreras hasta mi destino. Mi ángel me pide el DNI, un sudor frío se apodera de mí. -Ostrans, el DNI has dicho???.. es que nunca lo llevo encima. Pregunto -¿por qué lo necesitas? si tengo de todo; tengo el recibo de internet, tengo la autorización... tengo ganas de llorar.
Empiezo a buscar como loca dentro de la mochila, y dentro de un neceser... tachan!!! aparece. Por suerte llegué de viaje hace una semana y se me olvidó sacarlo del neceser. Mi ángel lo soluciona todo en un periquete y me da mi tiket. Miro a uña marrón con una sonrisita de, quien ríe ultimo ríe mejor y a ella se la ve con una cara enfurruñada, que me lo pienso dos veces si no sería mejor aconsejarle que tomase All Bran por la mañana.
Desde ya declaro -Murphy falla!!! y el subidón de adrenalina que me dio después de superar tantas dificultades fue impagable!
Una vez metida en la cabina del London Eye me he agarrado a la barandilla y he dicho de aquí no me baja ni Dios, que anda que no me ha costado. Estaba pegada al cristal para no perderme ni un detalle. Vaya sensación, a mí que me encanta ver las cosas desde arriba. Las vistas son preciosas, una vez más repito -esta ciudad es inmensa. Veo todo St james Park hasta Bukingham palace, casi se ve a la reina como saluda, asi con la mano tiesa, como de madera. Al llegar al punto más alto me he hecho esta foto para que mi amiga Raky y Francesc vean lo feliz que me ha hecho su regalo y le he enviado un mensajito que decía -Ara soc a dalt de tot!
Las ciudades son algo más que lo típico y lo tópico, claro que sí. Para conocer el verdadero Londres o cualquier ciudad, no es suficiente con la visita turística, la imagen que te llevas como turista es como de parque temático... pero bueno, el conjunto es lo que forma el todo. Abajo prejuicios tontos!!!
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