sábado, 8 de enero de 2011

Dim sum significa “comida que toca el corazón”

Dim sum. 
¿Es el nombre de una danza polinésica? ¿Es un juego oriental? ¿Dibujos animados? 
¿Qué será, qué será?

He descubierto el dim sum.  Mejor dicho, my friend Joan Grupera, persona de la que siempre aprendes algo interesante, me ha descubierto el mundo gastronómico dim sum.
Grupera y moi, íbamos por chinatown dando un paseíllo una fría, lluviosa y gris tarde de sábado invernal.   Acabábamos de salir de la maravillosa y aclamada exposición de Gauguin en Tate Modern.  Las suelas de las bambas echaban humo, nos habíamos recorrido medio London a patita. Teníamos más hambre que Carpanta y de repente, me dice Joan,
  -¿te apetece comer dim sum?  
moi,
- ¿eso qué es?

Me empieza a dar detalles…  
Madre mía, la de información  interesante que guarda en el CDrom
Yo, cada vez más interesada en el tema dim sum.

Llegamos al restaurante y sorpresa!, resulta ser el mismo restaurante donde nos homenajeamos mi  sister Carmen y yo la primera vez que pisamos Londres. Perdidas como un pulpo en un garaje sin conocer nada de esta inmensa ciudad, con los ojos abiertos como platos, haciéndonos fotos en todo lo tópico y típico… ¿quién me iba a decir a mí que 10 años después estaría viviendo aquí y un  sábado de diciembre entraría  otra vez por la puerta del mismo restaurante? 
…la vida es imprevisible y sorprendente. 

Vuelvo al dim sum. Es un estilo de cocina china que se realiza en la zona de Cantón, más cercana a Japón. La técnica de cocción es al vapor y se lleva a la mesa en los mismos cestillos de bambú en los que se ha cocinado.
La elaboración consiste en una fina lámina de pasta de arroz en forma de bola o canutillo rellena de verduras, pescado o carne. Lo gracioso  es pedir muy variado ya que se sirve en pequeñas porciones, como el tamaño de un bocado, más o menos. El sabor es delicado, la textura especial… como gomosa por la pasta de arroz y very healthy. Cuando muerdes parece que estás mordiendo un trozo de "nada" no hace ruido, es suave, suave. Una opción deliciosa el dim sum.
Allí estaba yo como una niña esperando su sorpresa, el camarero empezó a traer cestas a la mesa con esa forma de servir china tan peculiar, parecen cabreados, movimientos rápidos y secos... es su forma de servir (o eso es lo que me hace creer el pensamiento positivo), nada , las diferencias culturales que nos confunden la mayoría de las veces.
Para beber se acompaña con té ¡como en china!  
¡es de jazmín! 
¡Oh, que finura!

Comer con té potencia el contenido saludable de la comida y si es de jazmín el cerebro empieza a generar un torrente de sensaciones agradables y sugerentes. Esto... la segunda parte de la frase, no es muy ortodoxa, siendo de mi cosecha como es, sólo puedo decir que a  mi me pasa, pero estoy seguro que hay muchas más personas a las que les pasa.  Tampoco se pueden olvidar los antioxidantes que nos van a mantener jóvenes. ¡Si lo hubiese sabido la Cher... una tacita al día y la de operaciones que se habría ahorrado la mujer!
En un curso al que asistí, un periodista especializado en té dio una charla de la que aprendí mucho. Considerado un experto, sabía todo lo que se puede saber del té, cultivo, variedades, compuestos nutritivos… Otro wikipedia, como Graupi. Nos habló de los tés del mundo, y un apasionado que era, ¿qué pasó?  Pues que en mi hizo un efecto potente y salí creyendo que el té era el futuro de la humanidad, el té acabaría con las guerras del mundo, plantando té se restablecería el orden en la naturaleza, una taza de té por la mañana y los políticos se convertirían  en lideres honestos, que el té quita la depresión, que el té acaba con el paro, que el té atrae la buena suerte… ah! que tomando té encuentras novio!
Estuve tentada de acompañar mis comidas, siempre, siempre con una taza de té. Después pensé que eso de ir de rara era mejor olvidarlo y me cuestioné si lo mío no era llamar la atención a toda costa.
Ahora que el té ha entrado en mi vida de forma natural (ya hace un tiempo que he sustituido café por té), me siento preparada para comer con té y que no parezca que voy de la más cool del pueblo. 

Bien, aquí se queda como recomendación para experimentar en Londres un tipo de cocina única. Para quien ya la conoce puede que esté más vista que el tebeo, para mi acostumbrada al chino fritanga, como dice my friend Graupi, es exótico, saludable y ¡barato! la cuenta no subió más de 18L, entre dos y el nombre del restaurante es Golden Pagoda, aunque en Chinatown hay un montón de sitios donde dimsumear (que mal suena, no?)

A todo esto, en internet he leído que dim sum significa “comida que toca el corazón”. 
Apaga y vámonos, lo que me faltaba para ser una fiel devota. 

Lo próximo va a ser preparar una receta de dim sum. Ya la tengo medio pensada.

Enlace con los 10 mejores restaurantes de dim sum en London

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