martes, 19 de octubre de 2010



 
En Londres se puede vivir en edificios (casas, pisos, mansiones…) en la calle como un outsider y… en un barco en plan bohemio. Un día andando por Regents Park,  apareció como por arte de magia un rio que en realidad es un canal. Siguiendo ese camino de agua llegué  a Little Venice, un mundo de barcos en el que cada barco es un mundo. 
Los boats están pintados de vivos colores, ¡un arcoíris flotante! Lo que se ve en las cubiertas y los techos de los boats muestra parte del estilo de vida de sus artísticos dueños. 

Cada uno crea y recrea su mundo o lo que quiere mostrar de él,  a su manera. Una maceta donde crecen tomates. Otra con una planta de berenjena, pequeños huertos en miniatura. Llega una ráfaga de olor a albahaca, tomillo, menta…un herbario en la esquina de cubierta. Un girasol se dobla como queriendo tocar el agua. Madera decapada a la intemperie. Veletas bailarinas que giran sin parar. El romanticismo flota en el aire. 



Nombres sugerentes como Ilusion,  Paradais, Belle Helena, Victory., Nice Dreams. Banderolas de colorines atraviesan de un lado a otro, aleteando como mariposas en una fiesta de cumpleaños permanente. Alguna que otra silla alrededor de una mesa con restos de haber tomado un café al vaivén del canal. Un libro al lado de la taza, quizás la tarde anterior alguien con las piernas estiradas y los pies cruzados, uno encima del otro apoyados en la barandilla, miraba a través de sus gafas Ray-Ban 2151 Wayfarer square, como los patos se zambullían, mientras el crepúsculo lo cubría todo.
Parece que todos los habitantes de los boats son personas interesantes con dotes artísticas y un pasado apasionante.
Ay (con suspiro),  una vida diferente y bohemia. Una vida no convencional, atractiva  y pintoresca.  Una vida quizás incomoda pero que compensa por la sensación de libertad.
El paisaje es relajado y tranquilo, nada de ruido. Algún ciclista o corredor te adelanta de vez en cuando. 

Hay toda una colección de puentes, todos diferentes, con mucho encanto,  algunos misteriosos, por el juego de luz que se hace cuando los atraviesa el sol y se refleja en el agua del canal. Si hace sol es precioso. Si no hace sol aumenta la sensación de submundo en la gran ciudad.
Bueno, un poco de información de provecho por si alguien quiere darse una vueltecita por este lugar pintoresco de Londres.
Little Venice marca la unión entre Regents Canal y el Grand Union Canal es como un pueblo pequeño. Pequeña Venecia, cerca de una milla cuadrada en el distrito londinense de Maida Vale, es uno de los barrios residenciales más exclusivos en el centro de Londres. Cuando el Grand Union Canal fue inaugurado en 1820, la zona fue el hogar de artistas, escritores y prostitutas.

Desde Maida Valle al principio del recorrido, hasta Candem al final,  se  atraviesa Regents Park (un parque espectacular con una gran mezquita en el extremo oeste)  y el zoológico de Londres.

Se puede pasear por todo el borde del canal, hay un  bonito camino, casi se pueden tocar los barcos y cuando te acercas a Candem, quizás en los pilares de algún puente te encuentres con un Banksy.  Artista callejero multimillonario, hoy en día, que de joven no le gustaba ir al colegio y fíjate, que dio en el clavo pintando paredes. Sus obras son a menudo satíricas piezas de arte que abarcan  temas de política, cultura y ética. Hay turistas que vienen a Londres solo para hacer la ruta de sus obras.
Como me encanta el street art pues me conozco la vida y milagros del Banksy, otro día le hago los honores en un post.





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