jueves, 21 de octubre de 2010

Charity shop, un sistema perfecto que deberiamos imitar.

 

Los ingleses sienten verdadero aprecio por las cosas viejas. Como yo por mis bambas, pronto siete años conmigo!
En este país todo tiene una segunda oportunidad,  una tercera y una cuarta… Es el paraíso del second hand. No se avergüenzan de comprar segunda mano y no lo ocultan. Sobre todo, desde que a ”la pija”  le hicieron fotos comprando en un charity shop. Aunque… está claro que fue una estrategia de márquetin, bien para impulsar los charitys,  bien para hacer a la Viky más cercana al pueblo, alguno de sus asesores debió pensar que eso sería positivo para su imagen.
Las charity son tiendas regentadas por voluntarios, jubilados, amas de casa, estudiantes… En todos los barrios hay una o más. La gente de la zona lleva las cosas que no quiere y se vende a precio de ganga (a veces los precios son ridículos) el dinero se destina a causas sociales. Hay charitys de todo tipo de  organizaciones  benéficas. Se pueden encontrar discos, cd, pelis, libros, juguetes, bisutería, objetos de decoración… de todo.


 Pues sí, Victoria Beckham se dejó fotografiar comprando un vestido de cocktail en una tienda Charity shop Oxfam de Notting Hill, las donaciones al negocio aumentaron un 70%  y la clientela también. También es cierto que Madonna mientras estuvo viviendo en London llevaba las cosillas, ropita y complementos, de las que ya estaba aburrida al charity de Cancer Research UK (Marylebone)
En el charity de Chelsea,  cuentan que  el propio Manolo Blanhik lleva la ropa y manolos (eh, la suya personal,  que fuerte!!!).  No me imagino a ese hombre echando la llave de su casa y silvando  en plan ruiseñor, con un saco a la espalda lleno de cajas de manolos, camino del charity shop.  Se me hace como increíble.

Al  estar  todo donado por los vecinos de la zona, según sea un barrio más exclusivo  o menos, así será lo que encontraremos.
El sistema second hand  genera un tipo de adicción. Hay gente que busca tesoros  vintage tirados de precio. Tras una búsqueda intensiva, en plan peinado de charitys según zonas de la ciudad, cuando se encuentra una pieza de caza mayor,  da un subidón  de adrenalina adictivo.              .
Cuentan que algun estilista que viste a sus originales y ricas clientas con ropa de los charitys. Sí, has leído bien.   
Una rica, la voy a llamar Stefany lleva al charity parte de la ropa que se compró  como terapia de shock contra una tarde de ansiedad y vacío existencial.
Stefany, casi  semanalmente tiene ansiedad, pobrecilla.  Piensa que puede solucionar sus problemas  desgastando la banda magnética de la visa platino. Aunque en su casa hay tantos armarios que da vergüenza anotar  el número, ella decide llevar una furgoneta de ropa al charity,  para poder decirle a sus amiga, Lorraine,  mientras le hacen el masaje shiatsu de los lunes,  que en la India se construyen escuelas gracias a su bondadoso gesto (y razón no le falta), a su vez Lorraine tiene una amiga muy cool, Diana, que solo se viste con la ropa que le aconseja su estilista, ella no se preocupa por ¿qué me voy a poner? noooo, ella va siempre ideal sin poner los pies en una tienda, claro tener un estilista es más caro que ir a comprar una misma y más si es un estilista especializado, pero ella no es rica, ella es millonaria, que es diferente. Stefany y Lorraine se ponen las botas criticándola… ya se sabe… la envidia.

Un sábado quedan las tres para tomarse un capuchino en  su club de Mayfair. A Stefany se le saltan los ojos de las orbitas cuando se  fija en el bolso  de Diana y se da cuenta que es exactamente igualito a un Chanel que llevó ella al charity.  Jopetas que idiota entre los 30 bolsos Chanel que tengo y me deshago del más interesante. Ahora podría presumir que tengo exactamente el mismo gusto que el estilista de esta pava. Ese día Stefani pilló un dolor de barriga impresionante, hasta las muelas le dolían. Durante el fin de semana su teléfono echaba humo tras  horas y horas de conversación explicándole a todas, que el estilista de Diana y ella tienen el mismo gusto, en cuanto a bolsos se refiere. El lunes fue corriendo al charity a recomprar su Chanel, no estaba, tuvo que hacerse dos masajes de shiatsu consecutivos para recuperarse del disgusto.


Cada vez que paso por un charity entró a fisgonear. Puedo decir que hasta el día de hoy no he visto ni una cosa que  me interese. Puede ser por mi gusto, porque no necesito nada… no lo sé. He visto zapatos manolos, abrigos Stella McCartney,un top de  Alexander McQueen, jersey de Laura Ashley… pero es una lotería… la conjunción, que te guste el modelete, te siente bien la talla y además sea una ganga… si consigues todo eso, BINGO, eres la reina del shoping.  Me he concienciado, por  si encuentro una falda de Madonna, me voy a dar con un canto en los dientes porque su taya no es la mía ni de coña. Y digo yo desde mi ignorancia, a las prendas donadas por los famosos les deben poner una etiqueta que lo dice no.  La gente se debe tirar de los pelos cuando encuentran algo de una celebrity. Ya me veo al estilista de Diana tirando de una manga del abrigo de peluche rosa de Madonna, a la adicta al vintage tirando de la otra y a mi tirándome de los pelos por no necesitar un abrigo de peluche rosa.

En todo el mundo se debería imitar el sistema charity. Eso sí que es sostenible. Me parece una forma muy efectiva de reciclar. Conozco una casa donde tienen una biblioteca espectacular , montones de libros de arte, pasé un rato ojeando uno de Robert Doisneau, precioso. La dueña me dijo que la mayoría los había comprado en el charity book de Oxfam por poquísimo dinero.
En London el sistema charity ha conseguido cerrar el círculo. El exceso de consumo encuentra así alivio a su mala conciencia colaborando para amortiguar la pobreza y el sufrimiento (desde aquí un aplauso) a su vez, los clientes del charity, gente con menos recursos o sensibles a la sostenibilidad y el reciclaje compran según su economía o según su ética social. ¡Es perfecto!


British Red Cross (Victoria)
Repleta de ropa de marca donada por los adinerados vecinos de este barrio londinense, destacan sus Ralph Lauren y Armanis para hombre y mujer. Con suerte encontrarás algún Gucci o Dior y zapatos de Manolo Blanhik.
85 Ebury Street. Metro: Victoria
Cancer Research UK (Marylebone)
En el distinguido barrio donde vivia Madonna, esta Charity se caracteriza por sus vestidos y accesorios de alta calidad, la mayoría casi nuevos. Sólo sus zapatos ya merecen una visita.
24 Marylebone High St. Metro: Baker Street
British Red Cross (Chelsea)
Su reputación la precede. Se trata de la tienda de Chelsea donde el mismo Manolo Blahnik lleva las prendas y zapatos que no usa. Bolsos Chanel o camisas Yves Saint Laurent se han vendido por menos de 50 libras, aunque, claro está, vuelan. ¡Suerte!
67 Old Church Street. Metro: Sloane Square
Traid (Bayswater)
La favorita de diseñadores y periodistas de moda. Mencionada en las ediciones japonesa y británica de Vogue, esta tienda eleva la ropa de segunda mano a un segundo plano. Busca en la sección Vintage, encontrarás prendas fuera de serie.
61 Westbourne Grove. Metro: Bayswater
Marie Curie Cancer Care (Richmond, suroeste)
Parada obligatoria si persigues prendas de marca. Chloes, Pradas, pantalones Gucci y trajes de Valentino han pasado por su escaparate. Encontrarás también una gran selección de accesorios imprescindibles como bolsos Mulberry.
1 Lichfield Terrace. Metro: Richmond
Oxfam (Dalston)
Se trata de una antigua sala de cine en los cincuenta ahora reconvertida en tienda. Combina la ropa de hombre y mujer con libros, discos y artículos para el hogar a partir de 2,99 libras. Si buscas teteras y demás complementos para el te de las cinco dirígete a esta emblemática tienda, que también cuenta con vestidos de novia.
570 Kingsland Rd. Ferrocarril: Dalton Kingsland rail.
Cancer Research UK (Islington)
Rarezas antiguas, accesorios que te harán único y algunas piezas de diseñadores como Moschino o Hugo Boss se mezclan en esta tienda, un tesoro algo escondido en el este de Londres.

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